Fundador del grupo The Doors y artista por naturaleza. Jim Morrisonm se transformó en leyenda a pesar de haber muerto a los 27 años, una figura llamativa y única que quedó en los anales del rock para siempre.
1. Su coeficiente intelectual era anormalmente alto
Algunos dicen que su coeficiente intelectual era de 149; otros, de 146. A pesar que aún se debate sobre el número exacto, sin duda Morrison era extremadamente brillante. Recordemos que un coeficiente intelectual medio oscila entre 90 y 110; mientras que el de un genio es mayor de 140.
2. Prefería comprar libros antes que ropa
Mientras estudiaba en secundaria nació su afición por la lectura. Entre sus escritores favoritos se encontraban Kerouac, Nietzsche, Rimbaud, Baudelaire y Ginsberg. Podía utilizar la misma camiseta día tras día, ya que prefería gastarse en dinero en comprar libros. Se mudó a Los Ángeles y allí inició estudios cinematográficos, época en la que también comenzó a escribir poesía. Fue un ávido fanático de los cineastas Josef Von Sternberg y Jean Renoir.
3. Los 60, una mala época
Una vez alcanzó la fama. Jim Morrison tuvo varios problemas con las autoridades. Más de una vez apareció bajo los efectos del alcohol y las drogas en sus conciertos. Su imagen estaba asociada con la rebeldía. En un momento se le acusó de enseñar los genitales en plena actuación. Morrison se convirtió en el primer artista en la historia del rock en ser arrestado en el escenario durante un concierto.
4. Dejó la música en su mejor momento
En 1971, ante el riesgo de ser condenado a prisión, decidió abandonar la música y refugiarse en París, donde se dedicaría por completo a su mayor inclinación: la poesía. Tiene tres libros de poemas: The lords, The new creatures y An american prayer.
5. Varias dudas sobre su muerte
Su cuerpo fue encontrado en la bañera de su piso en París, donde residía con su pareja, Pamela Courson. Se declaró que murió por un paro cardíaco, según su acta de defunción, pero existen otras muchas versiones como el suicidio o el asesinato. Otros afirman que sufrió una sobredosis de heroína (a la que no era aficionado porque tenía pánico a las agujas) en los lavabos del club nocturno parisino Rock ‘n’ Roll Circus y fue posteriormente trasladado a su casa.
6. El Rey Lagarto
Uno de los apodos más usados para referirse a Jim Morrison fue el de ‘Rey Lagarto’, que salió de su poema Celebration of the Lizard, el que musicalizó junto a The Doors en 1968 y transforma en un espectáculo. Pero lo curioso llegó muchos años después, cuando en 2013 un grupo de paleontólogos descubrió los restos de uno de los lagartos más grandes que existió en la Tierra, del tamaño de un pastor alemán, bautizándolo Barbaturex Morrisoni, en honor al músico.
7. Un cantante irremplazable
Después de la muerte de Jim Morrison, el resto de los miembros de The Doors, que venía de lanzar su disco LA Woman, decidió reemplazarlo pero no con cualquiera. Los nombres que rondaron eran realmente notables, pero finalmente ninguno de ellos lo hizo. “Sí, se lo propusimos a Iggy Pop, a Joe Cocker, y a un bajista y cantante que quizás te suene: Paul McCartney”, dijo en una entrevista Ray Manzarek, tecladista de la banda, sobre las opciones que barajaron en 1971.
8. Su tumba, un lugar muy visitado
La tumba de Jim Morrison en París es el cuarto punto turístico más visitado en la capital francesa, después de la Torre Eiffel, Notre Dame y el Museo del Louvre.