La banda germana Scorpions, ofreció en Mérida su segundo y último concierto en España de su gira «Tour Crazy World», considera que «la gasolina» de su público es la que mantiene «el motor» del grupo, de ahí que lleven 52 años sobre los escenarios.
Los alemanes han ofrecido ofrecieron una rueda de prensa en Mérida, donde ofrecieron un concierto, junto a los también históricos «Medina Azahara» y los extremeños «Bucéfalo», en el marco del «Festival Stone Music» de la capital emeritense.
Pawel Maciwoda (bajo), Mikkey Dee (batería), los eternos guitarristas Rudolf Schenker y Matthias Jabs, y el veterano Klaus Maine, algunos de ellos próximos a los 70 años de edad, han asegurado que es «un privilegio» poder seguir tocando y trasladando emociones a más de tres generaciones de público.
Los germanos, que han estado acompañados por el director del «Festival Stone Music», Carlos Lobo, han dicho que son músicos y que su vida «es hacer música».
Preguntados si el reloj está corriendo demasiado rápido («the clock is ticking way too fast»), como afirman en su canción «Gypsy Life», o lento en estos 52 años de trayectoria, Maine ha afirmado que el grupo ha disfrutado en todo este tiempo.
«La energía» del público ha sido y es la clave para seguir trabajando, ofreciendo conciertos por todo el mundo y, en definitiva, «seguir expresando», ha añadido el vocalista.
Aunque en 2010 la banda barajó la posibilidad de poner fin a su carrera con el álbum de estudio, «Sting in the Tail», el grupo de Hannover optó finalmente por alargar el camino y en 2015 publicaron «Return to Forever».
«Tanta insistencia para que siguiéramos, volviéramos… nos hizo seguir», ha apuntado Matthias Jabs, muy sonriente en toda la rueda de prensa junto a Mikkey Dee (exbatería de Motörhead), quien se incorporó a la banda el pasado año durante la gira estadounidense.
Esta última, que lleva por título «Crazy World Tour», es un guiño a su décimo primer álbum (1990), «Crazy World», un trabajo con el que Scorpions trasladó «un mensaje de paz y amor», ha dicho Klaus Maine.
De hecho, ese álbum contiene una de las canciones que más éxito han tenido en su carrera, «Wind of Change», un canto a la unidad del mundo y de defensa de las libertades del ser humano.
La organización del festival estima que entre 10.000 y 12.000 personas asistirán a este concierto, muchas de ellas procedentes de Portugal, Francia e Inglaterra.
En Ecuador los estamos esperando y deseamos que nos visiten.